EL TAILLÓN 3144 -DE TRES MALLORQUINES POR EL PIRINEO.

Subida al pico Taillón (3144m) desde San Nicolás de Bujaruelo. Trekking realizado en un solo día el 28/10/21. 

    El recorrido escogido es una de las vías de ascensión clásicas desde la vertiente española. Desde el refugio de Bujaruelo hasta el puerto del mismo nombre, para pasar a la vertiente francesa hasta el refugio de Sarradets y la brecha de Rolando. Desde la brecha, ya por el cordal de la montaña hasta la cima.

    El Taillón es una montaña transfronteriza. Su situación central en la cordillera y la cercanía al macizo de monte perdido le otorga un carácter plenamente de alta montaña. La cara norte de Taillón francesa es famosa entre los escaladores por su verticalidad y carácter alpino, en cambio el resto de sus vertientes son más accesibles.

    Es una montaña que por su ruta clásica no es difícil, de hecho se considera uno de los tres miles más asequibles del Pirineo, pero requiere una buena forma física para ascenderla en un solo día. Técnicamente no tiene complicaciones, lo cual no quiere decir que en ciertos puntos del recorrido haya que estar más atentos. Una montaña de más de tres mil metros por fácil que parezca es alta montaña y siempre conviene mantener ciertas pautas (tener claro el itinerario y sus tiempos, la meteorología controlada y nuestra propia preparación física).

    Vamos con los datos del trekking: 1 día, 23km, 1900m de desnivel +, y 10 hrs.

    Y ahora la CRÓNICA: todo empieza un día antes. Estábamos esos días  por los alrededores del parque nacional de Ordesa haciendo itinerarios en bici de montaña. Después de tres duras etapas en BTT decidimos cambiar de registro y hacer un trekking por el parque. Al final nos vinimos arriba y escogimos esta ascensión, teníamos todo lo necesario (botas, palos, ropa y ganas, muchas ganas). Eso si, sólo teníamos un día, lo que implicaba madrugar y kilómetros!!!

    A las 6 AM sonaba el despertador. Nos desplazamos desde Torla, donde estábamos alojados, hasta el parquing del refugio de Bujaruelo. Con una temperatura de 5 grados empezábamos a caminar a las 7 AM. Todavía de noche, encendimos nuestros frontales hacia el puerto de Bujaruelo (pasó mítico del los Pirineos, que separa España de Francia, usado por contrabandistas, exiliados, comerciantes y peregrinos). 

    El día amenazaba lluvia y había mucha niebla. Realmente no teníamos claro si llegaríamos a la cima, pero íbamos haciendo camino. A eso de las 9 alcanzábamos el puerto de Bujaruelo envueltos en una densa niebla con la ilusión de que en la vertiente francesa estuviese más despejado. Y así fue, transitando ya por tierras francesas el escenario cambio por completo, a una ligera capa de rocío helado bajo nuestros pies le acompañó una visión mucho más despejada de picos y montañas del país vecino, la nubes  se quedaban en el lado español.

    El siguiente objetivo era la brecha de Rolando. Para llegar hasta allí antes debíamos cruzar la cascada del glaciar norte del Taillón y el refugio de Sarradets. En 30’ llegamos a la cascada , en verano es agua pero ya a final de octubre es hielo. Cruzarla no es difícil, pero si que hay que prestarle atención (la cascada no es ni mucho menos totalmente vertical, y deja tramos totalmente planos para cruzarla), encontraremos marcas de pintura que nos señalan el mejor lugar para atravesarla. Después ya os contaré un poco más sobre la cascada.

    Después de la cascada seguimos ascendiendo por un camino bien marcado y pasamos por debajo del glaciar de Taillón (precioso, pero que pena que le quede ya tan poca vida). 

    Y 10’ después se nos aparece el refugio de Sarradets (cerrado por estas fechas), y una amplia panorámica del circo de Gavarnie. Desde el refugio ya visualizamos la brecha y el camino en fuerte pendiente hasta ella. 

    Se nos hace duro este tramo, pero el paisaje lo recompensa todo. Llegamos a la brecha, realizando una pequeña grimpada usando las manos para superarla (es fácil). Ya estamos en la brecha donde Rolando partió la montaña con su espada (cuenta la leyenda). En este punto aprovechamos para comer.

    Del puerto de Bujaruelo hasta aquí otras dos horitas. De aquí ya directos a la cima pasando antes por el dedo del Taillón, una curiosa formación rocosa que nos hace empequeñecer a su paso.

 

    Ya después del dedo sólo queda recorrer la cresta cimera hasta la cumbre. 

    La llegada a la cumbre es muy bonita, desde ella podemos divisar una gran mar de montañas a ambos lados del Pirineo (macizo del Perdido, Vignemale, Gabietos, etc…)

    Después de llegar  a la cima a eso de las 13 hrs, toca bajar y ya se sabe no se consigue una cumbre hasta que estas de nuevo abajo. Y la verdad que es así en todas las montañas por modestas que sean. La bajada es sencilla, prestando un poco de atención el las inmediaciones del dedo (el sendero se hace más estrecho) y sobre todo en la cascada. 

    Todo perfecto, cruzamos la cascada sin problemas, pero cuando nosotros ya estábamos pisando la tierra del camino vimos a un hombre cruzar por encima del hielo con crampones (nunca pensamos que iba a tener ningún problema, de hecho estaba a un paso del camino). La cuestión es que unos segundos más tarde escuchamos un ruido, y al girarnos los tres observamos que el hombre, no se como, había resbalado y se precipita cascada abajo. Enseguida nos pusimos unos crampones de senderismo que llevamos por si acaso en la mochila y fuimos a socorrerlo. Al acercarnos no se movía, no pintaba bien la cosa, al minuto empezó a mover las piernas y a recuperar la consciencia. Pudimos observar la gran brecha que se había hecho en la frente. Enseguida llamamos a los servicios de emergencia franceses y con la ayuda de una chicas francesas que bajaban también la montaña pudimos indicarles bien la situación. Por suerte, ese señor, después de caer unos 30 metros golpeándose con piedras y hielo se salvó. Al llegar el helicóptero de rescate pudimos proseguir sin más problemas el regreso al coche.

    Al llegar al coche estábamos muy contentos por la cima conseguida, pero con un toque amargo por el hecho que habíamos presenciado, que realmente acabó bien. Pero te das cuenta que la montaña es una cosa seria, que has de estar siempre atento. Siempre hay que intentar minimizar los riesgos.

 

    Para acabar el tostón,,jeje, y resumiendo,  fue un día para recordar, una gran cima y el colofón a un gran viaje.